V de Verónica
Branding, naming
Cuando creamos una marca no solo pensamos en la sonoridad de su nombre, tampoco lo hacemos solo en la imagen. Nos gusta pensar en la psicología de la marca.
Por eso, nos gustaría compartir con vosotros el «espíritu de la marca» que redactamos cuando llegamos al nombre de V de Verónica.
Este texto sirvió de inspiración a nuestra diseñadora para llegar al logo que veis en las imágenes:
La esencia
Recordemos que estamos buscando una marca para ropa femenina que ofrece calidad a buen precio.
Está pensada para el punto de venta MERCERÍAS. Es un tipo de punto de venta con un cliente de perfil de edad mayor que lo que podemos encontrar en cadenas como las de INDITEX.
Nuestro cliente son mujeres de entre 40 y 60 años, en muchos casos de ámbitos no urbanos y que viven en Galicia, Asturias, Zamora o Norte de Portugal.
Buscan en su ropa sentirse cómodas y vestir bien al mismo tiempo, cuidando el gasto y buscando la compra más inteligente.
Queremos que estas mujeres se sientan identificadas con la marca, por eso será importante que le demos una personalidad clara y definida.
Si pensamos en una marca de la competencia… esta es Ysabel Mora.
Qué hace sentir la marca a nuestras clientas
Que están satisfechas con su compra. Que ha sido una compra inteligente y que las ayuda a alinearse con el tipo de persona que quieren ser. Se sienten seguras de sí mismas, sienten que tiene una marca que las ayuda a vestir bien a un buen precio sin necesidad de ser una niña de 20 años en una talla 36.
Que se puede tener 55 años y sentirse poderosa, seductora y con buena imagen también en una talla 40 y sin el cuerpo de una chica joven.
El mundo imaginario de la marca
Si nuestra marca no fuesen calcetines… serían las gafas de Afflelou, que están de puta madre y son una marca de distribuidor. El distribuidor ha conseguido que su marca y sus productos molen.
Si nuestra marca fuese una persona famosa (y esto es muy importante, es la clave, que hay que tener en mente en todo momento)… sería LYDIA BOSCH.
Aunque no la tengamos como imagen de marca… el «ideal» de V de Verónica es Lydia Bosch. Ella: madura, atractiva sin necesidad de mostrar su cuerpo, poderosa pero femenina, confiada, con experiencia pero con ganas de vivir cosas nuevas, con capacidad de comunicación y fé en si misma. Ella es Verónica.
Si la marca no fuese española… sería Italiana o Griega. La marca debe contener la esencia de la mujer mediterranea (ya ves que no podemos ser Black Rabbit, somos lo contrario).
Nuestra marca no es el sol, es la luna.
¿Por qué Verónica?
Por los siguientes motivos:
- Verónica es un nombre poco común, pero reconocible.
- Es un nombre largo, con cuatro sílabas, lo que le da cierta contundencia, experiencia y recorrido.
- Aún teniendo la sílaba tónica en la ó resulta muy femenino. Es más, creo que en un nombre como ese, el uso de la O le da una connotación de conocimiento sobre el mundo masculino, pero desde la feminidad y la experiencia (es una percepción).
- Es un juego de palabras claro como marca de distribuidor: de Bera… surge Verónica. La imagen será distinta, pero fonéticamente hay relación.
- Porque, como te comentaba, el cliente final está acostumbrado a que las «firmas» sean nombres de mujer. Si vamos a un cliente clásico debemos evitar ser disruptivos.
- Creo que la V a nivel visual puede dar mucho juego.
- ¿Por qué «V de Verónica» y no solo «Verónica»?
V de Verónica viene de un juego que quiero usar en el marketing de la marca:
V de Verónica.
V de Vivir.
V de Vestir bien
V de Vida.
V de Valiente.
V de Visionaria.
V de Victoria.
V de Vlog.
V de Viajar.
…
Serían los lemas de la marca que se podrían usar en la comunicación.